El representante de la compañía inmobiliaria, Julio Maceda, señaló que «en este momento ya sabemos, a grandes rasgos, como será el nuevo establecimiento hostelero, pero necesitamos precisar el número de habitaciones que ampliaremos, porque por el momento no está del todo decidido». En este sentido, apuntó que «según lo previsto, queremos que pase de 33 habitaciones a tener una capacidad de entre 43 y 48 estancias».
Lo que ya está decidido es que el hotel de alta montaña tendrá una piscina climatizada y un spa. La zona de baños se construirá en una planta subterránea, «que se habilitará para albergar el equipamiento». Además, se equipará con «jacuzzi». También está previsto poner en marcha «algún servicio de talasoterapia».
De esta forma, Valmurián espera tener el establecimiento hostelero «de referencia» que anunció en un principio. Y es que, según Maceda, para los nuevos propietarios del parador de Pajares, «lo más importante es que el establecimiento se convierta en un lugar en el que se reciban visitantes en invierno y verano, no dejarlo ligado siempre a la nieve». De hecho, la ampliación de habitaciones también pretende «hacer el hotel más competitivo en el mercado de la hostelería».
Las obras en el parador de Pajares, hasta ahora, se había quedado en el exterior. Los propietarios tuvieron que esperar a firmar la escritura para poder comenzar la actuación en el interior. De momento, ya se ha instalado un sistema de alarma, para evitar actos vandálicos como los que sufrió el parador durante los cinco años en los que permaneció cerrado. También se ha comenzado a levantar la techumbre, que será sustituida.
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